¿QUÉ LE DIRÍAS A TU YO PREADOLESCENTE SI TUVIERAS LA OPCIÓN?
Un preadolescente es algo complicado de llevar, pero seguro que eso no lo has visto hasta que no has tenido cierta edad.
Desde Va por nosotras, hemos querido analizar cómo hemos cambiado, cómo hemos aprendido a lo largo de los años.
Además, ahora que llega la Navidad, nos ponemos un poco más ñoñ@s , nos guste o no.
Aprovechando estas fechas y que, además, se acerca el fin de año, ¿Por qué no hacer un poco de balance vital?
Si pudieras, si tuvieras la opción, ¿Qué le dirías a tu yo preadolescente?
Si, si, al preadolescente, a ese yo de 12 años que no tenía aún claro lo que le iba a deparar la vida.
Una vez trascurrido el tiempo, seguro que lo ves todo de forma muy diferente.
Así que te invitamos a reflexionar con nosotros y con muchos de nuestros amigos y compañeros sobre el tema.
Escucha nuestro podcast de hoy… ¡No te lo pierdas!
¿QUÉ LE DIRÍAS A TU YO DE 12 AÑOS?
Si tuvieras la opción de volver atras, sabiendo lo que sabes ¿Cambiarías algo?
Quizá si te vieses con 12 años, en plena preadolescencia, empezando a descubrir qué es la vida, tendrías algún que otro consejo que darte a tí mismo.
Hemos querido preguntar a amigas y conocidas qué se dirían ellas.
Las respuestas han sido más que elocuentes.
En muchos casos, la gente está conforme con la vida que tiene hoy en día, aunque siempre hay algo que modificar, algún error que nos pese y que hubiese cambiado las cosas para mejor.
Muchas de las personas que nos han respondido a la pregunta, dicen que ser preadolescente nunca es fácil, pero puede serlo un poco si tienes a alguien que te guíe.
Muchos de los consejos, se orientan a los estudios.
Otros muchos a las decisiones vitales, a tener paciencia, a vivir con calma y disfrutando…
Incluso hay quien aconseja sobre la forma de vestir; «no lleves nunca tanga, hace daño», es una de las frases nos ha resultado más llamativa.
Por mi parte, he querido participar en este proyecto con una pequeña carta que escribí hace tiempo como ejercicio de autoconocimiento.
Espero que te sientas representada o que, al menos, te haga pensar en qué hubieses cambiado.
Eso si, recordando que la vida, sea como sea, siempre es bella.
CARTA A MI YO PREADOLESCENTE
Querida yo:
Es un poco raro escribirte sabiéndo tanto de tí y, sin embargo, siendo consciente de que no puedo cambiar nada.
Sé que con 12 años ni siquiera eres consciente de que la adolescencia está a la vuelta de la esquina.
Es posible que asuste un poco esto de ser preadolescente y no enteder del todo lo que sucede a tu alrededor.
Por suerte, vives en una época en la que, a tu edad, aún se juega y se pasa el día en la calle en lugar de estar pegado a un móvil.
Doy gracias por ello.
Mi primer consejo para tí, tiene que ver con eso precisamente.
A lo largo de tu vida, el avance tecnológico será enorme. No te dejes llevar por él, conócelo, úsalo, pero no permitas que te impida tomar un café cara a cara, seguir charlando con tus amig@s y, en cierto modo, dejar de vivir por pegarte a una pantalla.
Los amigos de redes sociales no son amigos.
Los amigos son aquellos que están cuando los necesitas y, por suerte, tendrás los necesarios.
No te agobies por no pertenecer a pandillas grandes y «guays», como decís ahora.
Encontrarás gente en el camino que merecerá tanto la pena que no necesitarás más.
Si lo pasas mal, da la voz de alarma, el acoso existe aunque tú aún no lo sepas.
Siempre estarás acompañada, no te sientas sola, no lo estás.
Escucha los consejos que te ofrecen, anque no los entiendas, y valora a cada persona que pasa por tu vida.
Cada una de ellas dejará una huella imborrable.
De lo bueno que tengas, reparte, la generosidad es indispensable en esta vida.
De todo lo malo que te llegue, aprende y, si tienes que llorar, llora; desahogarse no es malo, es más, te ayudará.
Tendrás más amor del que nunca hubieses esperado, aunque siempre te diré que seas independiente.
No te aferres a nadie, eres libre y la otra persona también, así debe ser. Si no lo es, no es amor.
Sé siempre autosuficiente.
Sé que lo serás, soy tú, pero es mejor que lo sepas desde ya: nadie regala nada.
Toda esa cabezonería y esa energía que tienes, úsala para reivindicar aquello que crees que es justo.
Jamás te calles, como dicen ahora «calladita no estás más guapa»
Eres tán válida como cualquier otra persona, que no se te olvide nunca.
Los animales siempre te han gustado, lo sé. Encontrarás en ellos un refugio y, especialmente en una, la mejor compañera de vida que jamás hubieses imaginado.
Sigue defendiéndolos, en ocasiones te llamarán loca por ello, pero no hay mejor locura que aquella que se hace por amor.
Y sobre todo, lo más importante y lo que nunca debes olvidar:
De aquello que dés, de los favores que hagas, olvídate, pero agradece siempre aquello que recibas.
Nunca recrimines un favor y jamás tomes el que te hagan uno como una obligación del prójimo, no lo es.
Sé que en esto no tendrás problema, pero es mejor recordarlo.
Por último solo me queda decirte que tengas paciencia pero, sobre todo, que seas libre.
Nunca dejes de ser tú y, recuerda, que antes de aprender a volar, quizá caigas varias veces. Algún día, esa frase aacabará tatuada en tu espalda y, sobre todo, en tu alma.
Por el resto, sigue adelante, siempre adelante, y sé feliz. Te aseguro que lo conseguirás.
AHORA QUE TE CONOCES UN POCO MEJOR
Ahora que has rebuscado en tu interior ¿Cómo te sientes?
Quizá hayas aprendido algo de esa preadolescente dubitativa que fuiste hace tiempo.
Incluso puede que esto te haya servido para entender algunos pasos de los que diste después.
No pienses que se nos ha ido la cabeza con esto de la Navidad y nos hemos puesto tiernas.
Es más bien un ejercicio para conocernos a nosotros mismos.
De este tipo hay muchos, por ejemplo, una carta de amor a ti misma puede subir tu autoestima.
Una carta a tu yo futuro puede ayudarte a conocerte mejor.
Así que, si te animas, cuenta con nosotros.
Conocerte es vivir mejor y más feliz.
Como siempre, gracias por estar ahí.
Me a encantado tu entrada aunque sinceramente el audio no lo haya escuchado,tienes mucha razón en ella porque es la cruda realidad (Todos cambiaríamos cosas) yo la primera,yo cambiaría muchas a día de hoy porque seguro que me irían mucho mejor las cosas pero ya no hay vuelta atrás,tenemos que pensar en lo que nos viene y utilizar todo el conocimiento adquirido desde ese entonces y ponernos manos a la obra (Que nunca es tarde) 🙂
Muchas gracias por leernos y dejar tu comentario. Desde luego, es cierto que todos tenemos cosas que cambiar, aunque ya sea tarde. Al menos, esperamos quem, el mirar atrás, nos haga reflexionar y, sobre todo, pueda ayudarnos a tomar decisiones presentes y futuras y a conocernos un poco mejor. Mil gracias por estar ahí, un gran abrazo.