LENGUAJE SEXISTA ¿QUÉ ES?

El lenguaje sexista es uno de los grandes caballos de batalla del feminismo.

Como su propio nombre indica, no se trata de otra cosa más que de la inclusión del sexismo en el lenguaje de forma que, lo se dice, pueda resultar ofensivo para un sexo u otro.

Es lógico pensar que, en una sociedad patrialcal, como lo es la española, la mayoría de las veces, el lenguaje sexista, excluye u ofende a las mujeres.

Desde Va por nosotas, siempre hemos defendido y defenderemos la igualdad.

Por lo tanto, trataremos de enfocar este tema desde un punto de vista objetivo.

Si, además de leer este post, quieres escucharnos hablar del tema, en nuestro pódcast de hoy, lo hacemos sin tapujos.

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 LENGUAJE SEXISTA ¿CÓMO IDENTIFICARLO?

Hay quien no ve sexismo en el uso del lenguaje actual.

Sin embargo, si nos fijamos, podemos ver que todos y todas utilizamos un lenguaje que, en ocasiones, resulta poco apropiado.

Ojo, las mujeres también utilizamos expresiones poco inclusivas.

También hay mujeres machistas, nos guste o no reconocerlo.

No quiere decir que todas lo seamos o que seamos machistas porque utilcemos este lenguaje.

Es cierto que, muchas veces, no nos damos cuenta.

Esto es algo que hay que cambiar.

¿Por qué? Pues muy fácil, primero porque todos los sexos son iguales y, después, porque, si el lenguaje no te reconoce, no existes.

Pero ¿Cómo identificar el lenguaje sexista?

Tan sencillo como pensar.

Es tan solo cuestión de ver si dentro de la frase que vamos a utlizar hay algo que pueda ofender o bien excluir al alguno de los sexos.

Para que lo veas mejor, vamos a ponerte unos cuantos ejemplos de lo que sería lenguaje sexista y lo que sería lo correcto, es decir, el lenguaje inclusivo.

EJEMPLOS DE LENGUAJE SEXISTA Y LENGUAJE INCLUSIVO

Muchas veces intentamos usar el lenguaje inclusivo incluyendo una @ en nuestras conversaciones si queremos referirnos a ambos sexos.

Sin embargo, no es del todo correcto.

Hay que tener en cuenta que este símbolo no es un signo lingüistico y, por tanto, visto desde un punto de vista formal no estaría bien utilzado.

Más allá de tecnicismos, un ejemplo de lenguaje inclusivo sería la palabra «electricista», es decir, hombre, mujer, persona en general que trabaja con electricidad.

Un ejemplo de lenguaje sexista sería decir que faltan «detalles de mujeres» al referirnos a detalles de decoración.

No, no nos lo inventamos, si escuchas nuestro pódcast de hoy, verás el ejemplo utlizado en un audio por una mujer.

Cuando hablamos de lenguaje inclusivo, hablamos de una forma de hablar en la que nadie se sienta discriminado.

Ni hombres, ni mujeres, ni personas trans, ni ningún tipo de identidad sexual debe quedar excluida o salir mal parada.

Diferenciarciones como «el sexo fuerte» y el «sexo débil» refiriéndose a mujeres y hombres, son claramente discriminatorios.

Incluso usos del lenguaje como «hombre de vida alegre» o » mujer de vida alegre» y sus distintas connotaciones, dependiendo del sexo al que se refieran, son un ejemplo clarísimo de menosprecio al sexo femenino.

¿CÓMO CAMBIAR NUESTRA FORMA DE HABLAR?

Organismos como la R.A.E. van poco a poco cambiando su punto de vista.

Por ejemplo, en países como en Canadá, quejas de usuarios han hecho que cambien la forma de señalizar .

Ahora las señales son más neutres y más inclusivas.

Todo un logro.

Es tan sencillo como pensar en los demás.

Desde la huelga del 8 de marzo en España, el feminismo y la reivindicación de la igualdad han hecho que nuestra percepción del lenguaje comience a cambiar.

Las escemas machistas se penalizan más en todos los ámbitos gracias a la visibilización y la concienciación.

Tenemos el ejemplo de últmo mundial, en el que el machismo en el deporte se hizo más que visible.

Simplemente es cuestión de hablar, de pensar y, sobre todo, de escuchar y aprender.

Hablar de forma inclusiva no es tan dificil.

Si todos estamos dispuestos a cambiar nuestra forma de hablar, haremos del mundo un lugar más igualitario.

En Va por nosotras, todos los sexos tienen cabida e intentamos hablar de forma inclusiva.

Tanto si estás de acuerdo como si no, esperamos tus opiniones y sugerencias.

Como siempre, gracias por estar ahí.