No estigmatizar la psicología y su tratamiento

Ayer una compañera de trabajo se marchó de la oficina seria, muy seria. 

Hoy, ha vuelto exactamente igual de seria. Al preguntarla qué la ocurre, me ha respondido, «He empezado a ir a una psicóloga».

«¿Y cuál es el problema, entonces?» La pregunté, y me respondió : «Ninguno, pero me hace pensar, reflexionar…y nunca pensé que me vendría tan bien, pero no se lo voy a contar a mi madre que se piense que estoy loca».

Esta situación es más habitual de lo que piensas, pero bien es cierto que cada vez lo es menos.

Hace años acudir al psicólogo era un asunto tabú, que en muchísimos casos se ocultaba incluso a los familiares más directos. De hecho son muchas las personas que lo denominan «loquero», el que trata a los locos.

La psicología es cosa de todos

Son tantos y tantos factores los que nos influyen en nuestra forma de actuar, pensar o socializar que es por ello que somos personas únicas y diferentes las unas con las otras.

En ocasiones estos ritmos de vida frenéticos que llevamos no nos hacen caer en la cuenta de las cosas que realmente importan, y cuando estas cosas se van alejando tu cuerpo y tu mente te las recuerdan bien de manera física o de manera mental.

Tristeza, melancolía, seriedad, delgadez, gordura…diferentes cambios que a su vez unos retroalimentan a los otros.

Te ves extremadamente delgada, te da tristeza y después al ver una foto sientes melancolía de cuando te veías mejor.

Deberíamos aceptar nuestros cambios físicos a lo largo de la vida, pero no todo el mundo sabe hacerlo, y mentalmente nos afecta, es ahí donde una psicóloga te ayudará a conseguir entender y resolver ese conflicto emocional que tienes.

Ya está, no hay más. No es un «comecocos» ni un «loquero. 

Este básico ejemplo, es solo una pequeña parte de todo el trabajo que cualquier profesional de la psicología puede poner poner a nuestra disposición.

¿Y qué psicólogo me ayudará más?

Pues eso ya depende. Todos tienen las mismas facultades pero después es posible que des con algunos profesionales más especializados que otros en distintas disciplinas.

En esta página hemos encontrado por ejemplo que pueden tratarte asuntos relacionados con los traumas, la ansiedad o los trastornos del sueño, que por ejemplo a tantas mujeres afecta.

Por suerte cada día el estigma social se va diluyendo poco a poco, y entre la gente se comparte con más asiduidad y de manera pública que se acude a terapia con un psicólogo, con la misma naturalidad de quien va al dentista o al ginecólogo.

¿Por qué no verdad? ¿Tienes que solucionar unos problemas de caries?…vas al dentista, ¿tienes que solucionar algo relacionado con el estado de ánimo o las dificultades de relación? Vas a una psicóloga.

Efecto placentero

Cuando te juntas con gente que ya ha tomado desde hace años la iniciativa de acudir a estos especialistas ¿qué es lo que dicen? Que les fue genial, y que siguen yendo porque les ayuda muchísimo.

Es que es lógico. Mira te voy a poner un símil.

Las personas compramos perfumes porque nos agradan, nos estimulan y nos hacen sentir incluso mejor, nos liberan.

Cuando alguien pasa por tu lado, y huele a un perfume que te agrada tu percepción hacia esa persona también es mucho mejor.

Claro está que la gente para aprovecharlos al máximo compra perfumes de equivalencia, y así pueden alargar más en el tiempo esa sensación de bienestar y estímulo.

Pues con la parte de la psicología es igual, es una liberación en el momento que resuelven tu conflicto, es un estímulo que te hace sentir bien, te hace sentir mejor.

Normaliza y no estigmatices

Tal y como empieza este post, también quiero terminarlo. La normalización y estigmatización de la psicología, se va diluyendo muy poco a poco eso sí, pero lo va haciendo.

En otros países se ha ido consiguiendo, también a lo largo de los años, entender que estos tratamientos mejoran nuestra calidad de vida y aquí seguimos esa misma estela.

Por lo tanto, tómalo como algo normal, muy normal, y si tienes la necesidad de contarlo no lo ocultes, y si no tienes la necesidad de contarlo no lo hagas.

Lo importante es que no sientas la presión de tener que hacerlo o no tener que hacerlo, porque es una decisión tuya y solo tuya.

Hasta pronto!!